La Dislalia es el
trastorno del habla que con mayor frecuencia aparece entre los niños de 3 a 6
años de edad. Se define como la dificultad en la articulación de ciertos
fonemas que provoca diversas
alteraciones en la pronunciación: substituciones,
omisiones, inversiones, adiciones de
fonemas, silaba o palabras. Se trata la incapacidad para producir o formar
de manera correcta algunos fonemas o grupos de fonemas y puede afectar a
cualquier consonante o vocal, a un
fonema o diversos fonemas. Si un niño presenta afectación en muchos fonemas a
la vez, es decir, presenta muchas dislalias, su lenguaje puede llegar a ser
ininteligible.
Uno de los requisitos indispensables para
garantizar el éxito de su tratamiento, es la detección precoz.
Según su etiología, es decir, las
causas que las provocan, las dislalias se pueden clasificar en:
· Funcionales: dislalias que se producen por un mal
funcionamiento de los órganos articulatorios y que sobrepasa los márgenes aceptados como normales. Los niños presentan
inhabilidad en el uso de los órganos articulatorios periféricos, sin que se
puedan apreciar anomalías orgánicas o lesiones en el sistema nervioso central.
Las dislalias funcionales pueden estar causadas
por poca movilidad de los órganos articulatorios, dificultad en la percepción,
dificultad en la comprensión o discriminación auditiva, factores psicológicos,
ambientales o hereditarios.
· Audiogena: Son dislalias producidas por deficiencias
auditivas. Para que un niño pueda reproducir correctamente un fonema es
necesario que lo pueda escuchar bien. Si no es capaz de discriminar entre dos
fonemas que tienen el punto o modo de articulación próximo, tampoco lo podrá reproducir
con exactitud.
·
Evolutivas o fisiológicas: Errores
que comete el niño cuando está en la fase de desarrollo del proceso evolutivo lingüístico,
dentro de los márgenes aceptados como normal. El niño no es capaz de repetir
palabras que oye porque aún no tiene la suficiente destreza motriz y usa
sistemas fonéticos elementales adaptados a sus capacidades.
·
Patológicas: Son errores que realiza el niño y que persisten
superada la etapa del desarrollo que va más allá de los 4 años.
En función de la cantidad de
errores, se pueden clasificar en:
·
Dislalia simple aislada: Cuando el trastorno de articulación afecta únicamente a un sonido.
· Dislalia múltiple aislada: Cuando el trastorno de la articulación afecta a 2 o más sonidos que no
tienen características comunes, es decir dos sonidos que no tienen el punto o
el modo de articulación similar.
· Dislalia múltiple sistemática: Cuando el trastorno afecta a un grupo de fonemas que tienen relación entre sí.
La dificultad no está en los diferentes fonemas aislados, si no en la característica
que los une, por ejemplo, la dificultad para pronunciar las vibrantes.
· Dislalia generalizada: Cuando el niño presenta dislalias simples o múltiples aisladas, que se
combinan con dislalias sistemáticas.
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